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La danta es el mamífero terrestre más grande que habita en Costa Rica. En lugares como el Volcán Tenorio, Volcán Barva y gran parte de la zona norte es normal verles transitar por el denso bosque. No obstante, existe una playa donde se les puede observar descansando y caminando por la oscura arena mientras el visitante admira su paso.

Es en las playas del Parque Nacional Corcovado en donde más posibilidad existe de apreciar una danta.

Fotografías, dirección e información completa para llegar a Corcovado aquí. 

Aunque no se puede asegurar la cantidad exacta de animales que hay en este destino de la Península de Osa, los guardaparques y funcionarios del sitio les han monitoreado con el fin de velar por su bienestar.

Fotografía tomada del Facebook del Parque Nacional Corcovado. Cedida por Silvia Romero.

«Nosotros en estos momentos tenemos un monitoreo biológico y precisamente por el avistamiento de dantas, ya sea por huellas o cámaras trampa, podemos decir que es uno de los animales más comunes. Entonces tienen una densidad bastante alta. Puede determinarse que son una población donde los animales se ven bastante sanos», informó Guido Saborío, Gerente de Áreas Protegidas del Área de Conservación de Osa.

El hábitat y la disponibilidad de alimento natural, les brinda las condiciones necesarias para su reproducción y así mantenerse en la zona. Su alimentación se basa en frutos, hojas o semillas, lo que le permite tener un peso entre los 180 y 300 kilogramos, es posible encontrarle en grupos familiares y son activos durante el día.

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«Son animales que a través de tiempo se han acostumbrado un poco a la presencia humana y de eso es que la gente las ve. Los avistamientos son muy cercanos, incluso a la par de la estación, por la playa (…) no detectan al humano como un riesgo y por eso es que no huyen», explicó Saborío.

Saborío asegura que el turismo responsable ha permitido que los animales transiten por la playa en cualquier época del año, ya que estos no perciben en el entorno situaciones que atenten contra su seguridad y pueden disfrutar de ella sin ningún problema.

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Parte de las recomendaciones que los guardaparques dan a los visitantes está el no acercarse demasiado a una danta, no molestarla o alimentarla. De esta forma se minimiza la interacción entre el visitante y la vida silvestre en su paraíso. Debido a esto, es fácil observarles caminar solas o en grupos, ya que se les permite tener espacio para su comportamiento natural y no ven al hombre como una amenaza de la que deba huir.

Esta fotografía fue tomada por el hotel Danta Corcovado Lodge y subida a su cuenta de Facebook. Esta hermosa danta disfruta de una caminata por los senderos.

«En general, como con todo los animales, es vida silvestre y está (el hombre) en el hábitat de ellos y lo que se recomienda es que disfruten el avistamiento pero que no se excedan… la idea es que la presencia de los humanos no les cause ningún problema y ellos puedan seguir con lo que están haciendo, ya sea descansando o comiendo. El equilibrio es bastante delicado, creo que tal vez lo que ha favorecido de momento en Corcovado es que las personas han respetado», indicó el Gerente.

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Corcovado es uno de los últimos parques de bosque tropical lluvioso, cuenta con más de 40 años y, aunque en un inicio se encontraron fincas privadas dentro del parque, se ha recuperado el terreno facilitando la estadía permanente de la danta en el sitio.

Fotografías fueron tomadas del Facebook del Parque Nacional Corcovado y el hotel Danta Corcovado Eco Lodge.

 Artículo elaborado por Katherine Ulate.

GOPlaya

José Pablo Alfaro

José Pablo Alfaro

Periodista por convicción. Co-fundador de GOPlaya.cr. Premio internacional 'Pasaporte Abierto' en la categoría innovación.